miércoles, 24 de marzo de 2010

SUTILMENTE

Los colores desvaídos.
Las rupturas anunciadas.
El cariño abrupto que levanta ampollas,
el agradecimiento volcánico,
la pena acuática y profunda.
El corazón palpita y suena
como una flauta travesera.
El grito del corazón
es el de un mamífero pariendo.
El sol sonríe
hasta que una nube le amordaza la boca.
Crujen las piedras del cementerio
y el aire acaricia las espaldas abatidas.
Circulos de vida que se cierran
sutilmente.
Los colores anunciados.
Las rupturas desvaídas.
El delirio del abrazo.
El vacío entre los brazos.
De nuevo el sol enseña los dientes.
JCA

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