martes, 13 de noviembre de 2012

AMIGAS

Cosas de niñas,
nada más,
Ese roce inoportuno,
ese intercambio de sonrisas.
Y tus ojos,
mirándome a los ojos.
Cosas de crías,
Esa forma de cogerme,
de agarrarme la muñeca,
y  de decirme,
amigas para siempre.
A pesar de que mi boca
añore y sueñe la humedad y la hermosura.
Y la piel reclame
la caricia antes que el abrazo fraternal
o el comentario cómplice.
Te descubro
persiguiendo el inicio de mi vello,
el triángulo equilátero de mis rodillas,
el cuello o el ombligo.
Tan indefensas.
Cosas de crías.
Este empeño por jurarnos
una fidelidad equivocada.
Seguiremos juntas,
se pare el mundo o continúe
su girar eterno.
Amigas para siempre.
Y mientras tanto,
mientras crecemos,
seguimos llamando a las cosas
por otros nombre.
¿O qué es si no
esta forma de vivir enrabietadas?

JCA

lunes, 12 de noviembre de 2012

En el colegio SAGRADO CORAZON de Haro

http://www.larioja.com/v/20121111/rioja-comarcas/juana-corts-sagrado-corazn-20121111.html


No todos los días se puede hablar con un escritor. En el Sagrado Corazón, cada año leen varios libros e invitan a sus autores a compartir experiencias con los alumnos. Juana Cortés, autora de 'Corazón, mano, corazón' estuvo con los escolares de la ESO respondiendo a sus preguntas y contándoles más sobre su libro.


http://www.flickr.com/photos/corazonistasharo/sets/72157631966749233/show/




miércoles, 7 de noviembre de 2012

YA NO SOMOS NIÑAS - Vicente Marco


Jean Paul Gaultier
PRIMICIA: A continuación podéis leer el prólogo del futuro libro de Vicente Marco, compañero de letras. El autor del prólogo de YA NO SOMOS NIÑAS, es el escritor Miguel Ángel Mala, autor de la estupenda novela "Morir de libros". 
El prólogo es estupendo y da una visión muy interesante del panorama literario actual.
Aquí va el prólogo, que no tiene desperdicio:

PRÓLOGO

En el mundo de Lydia Waternaquer, la palabra "página" ha sido compuesta a partir de los términos "paja" y "vagina", y esas páginas son algo más que una hoja de papel, son un modo de vida porque no sólo los libros tienen páginas. Hay páginas por todas partes. En los cuartos de baño, en los ascensores, en las cabinas de los automóviles y en los clubs de carretera. Hay páginas en los confesionarios, en el Black and black and more Black y en los sueños húmedos de los adolescentes cocainómanos que se masturban pensando en sus hermanas libidinosas.
Y como no podía ser de otra manera, las páginas se suceden sin descanso. Una y luego otra y luego otra más, y entonces otra página justo cuando uno pensaba que no habría sitio porque ya era un ejército de ellas. Pero, como dijo una gran actriz refiriéndose a las joyas y posiblemente al sexo: "mucho sí. Suficiente nunca".
Claro que también hay balas. Y polvos, pastas y fluídos de muchas clases. Y hombres violentos que mueren a manos de mujeres aún más violentas, porque este libro inaugura un nuevo género de miscelánea o pastiche, como se quiera llamar, que bautizo como porno pulp ciencia-ficción desde este mismo instante. Y el único límite que la porno pulp ciencia-ficción impone es el de la inocencia. Se puede destruir, pero no conservar. Lo demás da igual. Y me refiero a la inverosimilitud de historias que hacen grande este libro.
Historias aparentemente inverosímiles, REALMENTE inverosímiles y sin embargo cargadas con ese dramatismo de lo real. Historias que se van transformando en algo distinto y nuevo a la par que lejanamente reconocible. Por ejemplo esas notas a pie de página, que dotan a la obra de un aire antiguo, como si se estuviera leyendo algo de tiempos pretéritos, algo que para una obra futurista es realmente burlesco, y da noción exacta de la futilidad de nuestra historia, personal y colectiva, de su absurdo, de su ingenuidad.
El cambio de prisma con respecto a las costumbres y usos actuales, muchos de los cuales resultan modificados expresamente para causar asombro, risa o directamente para provocar al lector o a una parte de los potenciales lectores, roza la genialidad o quizás la traspasa, entra en ella como un hurón en una madriguera de topos. Mucha gente dirá que Vicente Marco destila cianuro, pero no es cierto. Destila tetrodotoxina, un veneno mil doscientas veces más potente que el cianuro.
Lo extraño, no obstante, es que este libro se publique en España. No en Estados Unidos, Inglaterra o Francia. Lo extraño es que una editorial apueste por un producto rupturista, amperiovoltaico y recauchutante, en el que los personajes se llaman Selena Verguer o El niño de Alburquerque, en el que abunda el casticismo carpetovetónico pasado por el filtro de Russ Meyer o del primer Tarantino.
Y es que en nuestro país no se valora este material si no viene avalado por el marchamo de la traducción. Ni Buckowsky ni Pallaniuk, ni Houellebeq ni Bret Easton Ellis, ni Henry Miller o el mismísimo Marqués de Sade hubieran podido publicar una sola página en España. Y de haberlo hecho probablemente jamás se hubieran quitado la etiqueta de "morralla literaria". Aquí siempre se vive en la dictadura del realismo. Y vivimos tiempos difíciles para romper, tiempos de apariencias más que nunca, tiempos de gladiadores, espartanos y marines.
Pero gracias a Dios o al Diablo aún hay escritores españoles que buscan algo diferente a riesgo de no ser comprendidos, a riesgo de ser tachados de pornográficos e inmorales, a riesgo de perecer en el océano de monotonía que el mainstream establece. Escritores como Patxi Irurzun, Juana Cortés o Miguel Sánchez Robles. Escritores como Eloy Cebrián, Montero Glez o Vicente Marco. Escritores que caminan por selvas inexploradas dando golpes de machete, que practican incisiones de provocación en el árbol de la rutina, escritores que saben que el arte no tiene fronteras.

Miguel Ángel Mala


Gracias, Mala, una vez más.

AGITADORAS NOVIEMBRE - CONVIVENCIA



Hoy es miércoles, y como todos los miércoles Menfis me dice que se siente sola. ¿Y yo qué? Te jodes, pienso. Yo no te invité a venir. Pero es lo que hay, me contesta. Es hábil leyéndome el pensamiento, la jodida. Menfis es tirana y tiene mal carácter. A pesar de vivir a mis expensas, no me respeta. También es cierto que no me ha perdonado los intentos de acabar con ella. El último fue hace unos meses, cuando el doctor Aguado me recetó una suspensión nueva, que estaban probando en vacas suizas con buenos resultados. Tras dos días encerrada en el baño, sobreviví a los retortijones y a la deshidratación, sin embargo Menfis me ganó el pulso. Se agarra a mis intestinos como una elegante trapecista a su trapecio. Me las pagarás, se limitó a decir con el peor de sus susurros. Desde ese día, debo reconocer que las cosas han empeorado.

Quiero un compañero o compañera, alguien con quien compartir mi tiempo y mi espacio, me dice. Menfis es blanca, larga y elástica, y tiene los ojos amarillos Si abro mucho la boca, la veo asomar desde lo más profundo de mi garganta. Parece sonreír; es repugnante. Menfis sube y baja por mi tubo digestivo como Pedro por su casa. Nunca mejor dicho, yo soy su vivienda, y me lo recuerda muchas veces, sobre todo cuando tiene un mal día. Si no lo haces… me amenaza.

Creo que Menfis llegó en una filete en mal estado, que yo devoré sin saber qué guardaba en su interior. Las cosas no son lo que parecen, ya me lo decía mi madre. Vivir con ella no es sencillo. Óscar, tras un matrimonio de cinco años, se fue. Dijo que convivir con las dos era excesivo para él. A Menfis le gustaba hacer de las suyas mientras practicábamos sexo, y a él no le agradaban cierto tipo de sorpresas. Desde entonces no he vuelto a tener pareja. Menfis me recuerda que ella tampoco. Somos dos solitarias. Parecemos dos viejas chismosas dispuestas a tirarnos los trastos a la cabeza.

Lo harás, tienes que hacerlo, me dice con voz amenazadora. Y durante días compro carne de pésima calidad, y la dejo estropearse fuera del frigorífico. ¿Estará ahí dentro el futuro acompañante de Menfis? La carne cambia de color, huele mal. Mordisqueo con asco los trozos casi crudos, pero a última hora escupo los pedazos que mi boca se resiste a tragar. Menfis se retuerce. ¡Me las pagarás!, grita. Y sé que cumplirá su palabra. Hace días que Luis Eudardo, mi último amante, no contesta a mis mensajes. Menfis se ríe, se ha largado por lo menos a Sinsinati, me dice. ¡Qué sabrás tú de geografía, imbécil!, le reprocho. Y así pasan las horas. Solas Menfis y yo. Condenadas.

Esta misma mañana he vuelto a hablar con el doctor Aguado. Dice que hay una nueva medicación que están probando con paquidermos y otros grandes mamíferos. Le digo que me interesaba. ¿Estás segura? Desconocemos los efectos secundarios. No me arredro; le confirmo que estoy preparada y me da una cita de urgencia. De esto no puede salir nada bueno, me dice Menfis desafiante, mientras me subo las medias de cristal. Ah, ¿no? Pues ya veremos, le contesto. Las dos disimulamos el miedo. En estos casos, como todo el mundo sabe, ayuda bastante ser cínico. Y la rabia no deja de ser un buen disfraz.
JCA

lunes, 5 de noviembre de 2012

PREMIOS EUSKADI LITERATURA 2012

CORAZON, MANO, CORAZON, Finalista de los Premios Euskadi (los más importantes del País Vasco) en la modalidad de literatura juvenil en castellano.
Gracias a todos los que me habéis apoyado estos años.
Un abrazo,
Juana