viernes, 26 de marzo de 2010

ALGAS

Las algas fueron su pelo
también su pecho, sus labios.
Las algas la acunaban,
la alimentaban,
le susurraban las canciones de la bahía.
Las algas fueron una infancia verde,
las cadenas de los columpios,
las trenzas que apretaban unos pequeños lazos rojos.
Las algas estaban en la lluvia,
pero también dentro de las botas.
Dentro de las venas.
Dentro de los armarios y de los cajones.
Se partió su corazón y surgieron algas
granates y marrones.
Algas de vida
que chorreaban su agua salada
sobre el suelo de madera.
Las algas fueron su envoltorio,
su caja,
su almohada,
sobre la que dormir un sueño de sal
tranquilo y definitivo.
JCA

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