miércoles, 7 de diciembre de 2011

PRECIOUS


Hoy que no tengo historias que contar, ni palabras para compartir (abandonado el blog por la fiebre de las novelas, tres, que escribo al mismo tiempo), recurro a esta magnífica foto de Jose.
Ahí esta todo. Sólo hay que meterse dentro de la boca, pasearse por esas sombras de polvo negro, disfrutando de las perlas y de la magnífica peluca.
Ahí está todo, insisto. ¿Acaso no lo ves? ¿Acaso no tienes ojos?
Las fotografías de Jose también cuentan la historia. La misma historia.

JCA