sábado, 12 de octubre de 2013

Lesley no sabe morderse la lengua

A Maximilian Molière le dolía la cabeza. No era de extrañar, debido a los gritos de Janine. Será mejor que
sigamos mañana, dijo el director desabrochándose un botón de la camisa y remangándose los puños. Janine
se levantó de la camilla, se quitó la prótesis que llevaba pegada al vientre y la dejó sobre una silla. Después
de esto, creo que no me quedaré embarazada en la vida, dijo la joven, dispuesta a darse un baño relajante
en el jacuzzi. Ciao, preciosa, la despidió Molière. Lesley, ¿me puedes traer un café? La enorme negra salió
del estudio y se abrió paso con sus voluminosas caderas entre los extras vestidos con sábanas blancas que
habían asaltado la cafetería. Cuando consiguió llegar a la barra, pidió un whisky doble al camarero. Treinta
y siete tomas del asesinato de César, le dijo el viejo Joseph mientras llenaba el vaso. Odio las películas de
romanos. Y a vosotros, ¿cómo os va?

En este link podéis seguir leyendo el relato ganador del Certamen del Ayuntamiento de Valencia, Mujeres de cine, en el cine y con el cine.

http://www.valencia.es/mujer/mujer.nsf/0/3570D93814E5F38AC1257BF90034C345/$FILE/PUBLICACI%C3%93N%20DEFINITIVA.pdf?OpenElement&lang=1

Muchas gracias a Carmina y a todos.
Impresionante el coro de la ONCE.


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