viernes, 21 de mayo de 2010

INSECTOS


Estira su dedo índice el niño
delgado, pálido, confuso.
Allí llegan las hormigas con su reina
a la cabeza. En aquel cortejo no faltan
escarabajos, mantis, libélulas exhaustas,
la mosca del vinagre y las arañas.
La madre le asegura que sigue sin ver nada.
Pero el niño, describe las babosas
con su rastro repugnante,
el tesón de las cucarachas,
seguidas de los escarabajos peloteros
en esa procesión silenciosa.
La madre, práctica y obesa,
resiste los envites del niño terco
que, irritado, pisa los insectos.
Quedan en el suelo sus cuerpos destruidos,
restos de alas, de patas de alambre,
manchas de un líquido amarillento.
Y sobre la masacre planea
la mirada de la madre
incrédula.
JCA