viernes, 19 de noviembre de 2010

DE LA NATURALEZA DEL DESEO (I)

En el deseo abstracto
incontrolable
se perfila la sombra
de lo que no se pronuncia.
Al amparo del silencio.
Silencio que amortigua notas musicales, chirridos, exabruptos.
En el deseo inconveniente
se gesta el monstruo,
el lunático,
el futuro encarcelado y el suicida.
Que callan.
Se callan y se muerden la lengua.
En el deseo extravagante
arde la llama de lo impuro
iluminando inconstante
los rincones azules de la existencia.
Las palabras sin voz no resucitan caballos.
En el deseo torcido
se escriben nombres
con letras de musgo.
Levántate y anda. Repta. Duerme. Escucha.
En el deseo vano,
se asfixian peces de vientre blanco
entre remolinos de espuma.
Las palabras no dichas.
Palabras que malviven en su propio cementerio.

JCA