lunes, 27 de junio de 2011

EL COMPLEJO DEL HOMBRE DIMINUTO

En tu dobladillo.
Vivir dentro de ese dobladillo,
junto a la arena que ha depositado el viento de mil tardes.
Vivir pegado a tus muslos que susurran cuando caminas
-te espero, dice el vello fino, casi imperceptible-.
Vivir en tus medias,
entre los pliegues de tu cuerpo
-ser humedad en tu ombligo, nacida del calor de la licra-.
Vivir en tus zapatos,
o en el tirante de tu sujetador blanco,
o en las horquillas que sujetan tus rizos.
Vivir en tus botones
esperando morir aplastado entre tus dedos.
JCA